Este es el primer mensaje del nuevo blog Taller de Criptografía. El segundo, en realidad, después del mensaje de prueba. A decir verdad, debo confesar que es el tercero, ya que me he pasado un buen rato escribiendo este post ... y al final, resulta que le doy al botón equivocado y se borra tontamente. Parece una mala broma de Inocentes. Vamos allí, y a la tercera dará la vencida.
Nos vamos a la sureña ciudad de Richmond, en Virginia. Allí, en la que fue residencia del presidente confederado Jefferson Davies, se encuentra el Museo de la Confederación (MoC). Si la bandera que ondeaba sobre la estación de Atlanta en Lo que el Viento se Llevó existió de verdad, es muy probable que sea en el MoC donde se encuentre. Se remonta a las asociaciones confederadas memoriales (asociaciones de la memoria histórica, diríamos hoy) que se fundaron justo al final de la Guerra de Secesión. En 1896 abrió sus puertas oficialmente, lo que significó que muchos excombatientes pudieron entregar objetos relativos a la guerra. Entre ellos se encontraba el capitán William A. Smith, quien entregó una pequeña botellita de unos cinco centímetros de longitud, que contenía una bala calibre 38 y una nota cuidadosamente plegada. Durante más de cien años permaneció sin abrir, hasta que la administradora de colecciones del museo, Catherine Wright, decidió abrirlo. En su interior apareció un mensaje confederado, cifrado. Según la señora Wright, un ex-agente de la CIA tardó dos semanas en descifrarlo. Un criptógrafo de la Armada confirmó el resultado.
Durante la Guerra Civil americana, las tropas confederadas usaron con frecuencia el cifrado Vigenére. Los interesados en los aspectos técnicos pueden leer este artículo en el Boletín ENIGMA. Es un tipo de sustitución polialfabética. Básicamente, se escoge una clave, que se va "sumando" al texto llano para dar lugar al texto cifrado. Eso de sumar significa que hacemos como si las letras fuesen números. Si hacemos B=2 y C=3, entonces B+C=2+3=5=E.
Veamos un ejemplo. Supongamos que queremos cifrar la frase "bienvenidos al boletin enigma" con la clave BE.
Clave: BEBEBEBEBEB EB EBEBEBE BEBEBE
Texto llano: bienvenidos al boletin enigma
Texto cifrado: DNGSXJPNFTU FN GQQGYKS GSKLOF
Cuenta David Kahn en su Codebreakers que los confederados utilizaron dos claves para sus mensajes: MANCHESTER BLUFF y COMPLETE VICTORY. En una ocasión, durante el sitio de Vicksburg, las tropas nordistas de Grant capturaron a ocho rebeldes que intentaban entrar en la sitiada ciudad con 200.000 fulminantes para fusil. Uno de ellos llevaba un criptograma, escrito por el general Johnston (al mando de las tropas sudistas en el Mississippi) para el general Pemberton (al mando de la guarnición de Vicksburg). El mensaje, cifrado el 25 de Mayo de 1863, preguntaba cuál sería la mejor ruta para acercarse a la ciudad, y cuál es la fuerza del campo enemigo.
Y ahora, el trasfondo histórico. El asedio de Vicksburg fue una campaña crucial para ambos bandos, puesto que se jugaba el control de la arteria fluvial más importante de Norteamérica, el río Mississippi. Fue precisamente el 25 de mayo cuando, tras dos asaltos frustrados, Grant decidió sitiar la ciudad y rendirla por hambre y bombardeos. Las fuerzas sudistas en la zona fueron incapaces de romper el bloqueo.
Aquí es donde entra nuestro capitán Smith. Adscrito a la División Texas, al mando del general John Walker, fue requerido para enviar un mensaje a Vicksburg. Se le entregó en una pequeña botella en la que también había una bala, sin duda destinada a hacer que el mensaje se hundiera en el río en caso de riesgo de captura. El mensaje, fechado el 4 de julio de 1863, puede ser criptoanalizado hoy día, pero no es necesario. Como ya hemos dicho, había solamente dos claves conocidas usadas por la Confederación. Si intentamos un descifrado con la clave MANCHESTER BLUFF, nos aparece el siguiente mensaje:
GENL PEMBERBON YOU CAN EXPECT NO HELP FROM THIS SIDE
El mensaje completo, traducido y con mis comentarios entre corchetes, es como sigue:
Genl [General] Pemberton: No puede esperar ayuda desde este lado del río. Haga saber al general Johnston, si es posible, cuándo puede usted atacar el mismo punto en las líneas enemigas. Infórmeme a mí también, y procuraré hacer un [ataque de] distracción. He enviado algunas caps [cápsulas explosivas, o fulminantes]. Le remito un despacho del General Johnston.
Este mensaje ilustra el grado de desesperación a que habían llegado las tropas sureñas, así como su descoordinación. El remitente le avisa del envío de unos fulminantes que ya habían sido interceptados por los nordistas más de un mes atrás. Más significativa resulta la fecha del mensaje: 4 de julio de 1863. Ese mismo día, el general Pemberton rindió la plaza de Vicksburg. Sus hombres fueron autorizados a volver a las líneas del Sur, bajo promesa de no volver a alzarse en armas. Con la caída de Port Hudson el día 9, el Mississippi cayó bajo el control del Norte; la victoria nordista de Gettysburg, conseguida el día 3, acabó decantando la guerra a favor del Norte.
No resulta difícil reconstruir lo que sucedió con el capitán Smith. Sea porque llegó a la ciudad y vio la bandera de la Unión ondeando, sea porque se encontró con los soldados sudistas retirándose a sus líneas, de algún modo se enteró de que el sitio de Vicksburg había terminado. El mensaje que llevaba, escrito mientras sucedían las derrotas de Vicksburg y Gettysburg, ya no tenía sentido. Así que nuestro buen capitán se dio la vuelta, guardó el mensaje como recuerdo, y años después lo donó al museo de la confederación, ubicado en la que una vez fue "Casa Blanca" sureña. El resto, como suele decirse, es historia.
Veamos un ejemplo. Supongamos que queremos cifrar la frase "bienvenidos al boletin enigma" con la clave BE.
Clave: BEBEBEBEBEB EB EBEBEBE BEBEBE
Texto llano: bienvenidos al boletin enigma
Texto cifrado: DNGSXJPNFTU FN GQQGYKS GSKLOF
Cuenta David Kahn en su Codebreakers que los confederados utilizaron dos claves para sus mensajes: MANCHESTER BLUFF y COMPLETE VICTORY. En una ocasión, durante el sitio de Vicksburg, las tropas nordistas de Grant capturaron a ocho rebeldes que intentaban entrar en la sitiada ciudad con 200.000 fulminantes para fusil. Uno de ellos llevaba un criptograma, escrito por el general Johnston (al mando de las tropas sudistas en el Mississippi) para el general Pemberton (al mando de la guarnición de Vicksburg). El mensaje, cifrado el 25 de Mayo de 1863, preguntaba cuál sería la mejor ruta para acercarse a la ciudad, y cuál es la fuerza del campo enemigo.
Y ahora, el trasfondo histórico. El asedio de Vicksburg fue una campaña crucial para ambos bandos, puesto que se jugaba el control de la arteria fluvial más importante de Norteamérica, el río Mississippi. Fue precisamente el 25 de mayo cuando, tras dos asaltos frustrados, Grant decidió sitiar la ciudad y rendirla por hambre y bombardeos. Las fuerzas sudistas en la zona fueron incapaces de romper el bloqueo.
Aquí es donde entra nuestro capitán Smith. Adscrito a la División Texas, al mando del general John Walker, fue requerido para enviar un mensaje a Vicksburg. Se le entregó en una pequeña botella en la que también había una bala, sin duda destinada a hacer que el mensaje se hundiera en el río en caso de riesgo de captura. El mensaje, fechado el 4 de julio de 1863, puede ser criptoanalizado hoy día, pero no es necesario. Como ya hemos dicho, había solamente dos claves conocidas usadas por la Confederación. Si intentamos un descifrado con la clave MANCHESTER BLUFF, nos aparece el siguiente mensaje:
GENL PEMBERBON YOU CAN EXPECT NO HELP FROM THIS SIDE
El mensaje completo, traducido y con mis comentarios entre corchetes, es como sigue:
Genl [General] Pemberton: No puede esperar ayuda desde este lado del río. Haga saber al general Johnston, si es posible, cuándo puede usted atacar el mismo punto en las líneas enemigas. Infórmeme a mí también, y procuraré hacer un [ataque de] distracción. He enviado algunas caps [cápsulas explosivas, o fulminantes]. Le remito un despacho del General Johnston.
Este mensaje ilustra el grado de desesperación a que habían llegado las tropas sureñas, así como su descoordinación. El remitente le avisa del envío de unos fulminantes que ya habían sido interceptados por los nordistas más de un mes atrás. Más significativa resulta la fecha del mensaje: 4 de julio de 1863. Ese mismo día, el general Pemberton rindió la plaza de Vicksburg. Sus hombres fueron autorizados a volver a las líneas del Sur, bajo promesa de no volver a alzarse en armas. Con la caída de Port Hudson el día 9, el Mississippi cayó bajo el control del Norte; la victoria nordista de Gettysburg, conseguida el día 3, acabó decantando la guerra a favor del Norte.
No resulta difícil reconstruir lo que sucedió con el capitán Smith. Sea porque llegó a la ciudad y vio la bandera de la Unión ondeando, sea porque se encontró con los soldados sudistas retirándose a sus líneas, de algún modo se enteró de que el sitio de Vicksburg había terminado. El mensaje que llevaba, escrito mientras sucedían las derrotas de Vicksburg y Gettysburg, ya no tenía sentido. Así que nuestro buen capitán se dio la vuelta, guardó el mensaje como recuerdo, y años después lo donó al museo de la confederación, ubicado en la que una vez fue "Casa Blanca" sureña. El resto, como suele decirse, es historia.