lunes, 24 de enero de 2011

Lo más triste de la Ley Sinde


Hace unos minutos escribí este mismo post en mi blog de filmica.com. Aunque el Taller de Criptografía no se dedica ya al luchar contra molinos digitales, hubo un tiempo en que sí lo hizo.  Disculpen el tono pesimista que me ha salido, pero tampoco estoy para tirar cohetes hoy.


Que quede claro: odio profundamente decir "te lo dije" Pero odio aún más estar en una situación tal que lo único que me queda por decir es "te lo dije."

Porque el problema mayor de la Ley Sinde, lo más triste, es que esta guerra ya la vivimos hace una década. Entonces se llamaba LSSI, y mucha gente avisó de lo que se venía encima.






Estuvimos a punto de ganar. Pero ya ven cómo acabó la cosa. Mucha disensión, mucho interesado en mediar, mucha indiferencia, y al final tuvimos LSSI. Y antes fue Enfopol. Y después fue la LISI. Y ahora es la LES.

Disculpen, por tanto, si no me uno a la lucha, pero es que ya estoy cansado. No me arrepiento de todo el esfuerzo invertido, pero no voy a hacerlo otra vez. Ánimo, David Bravo y compañía. Suerte a todos los que (!por fin!) habéis visto las orejas al lobo y procuráis cortárselas. Buena suerte en nombre de los que hemos defendido una trinchera fría y sucia para nada. Nos queda el magro consuelo de ver que, al final, teníamos razón.
 
No sé si tenéis alguna posibilidad. Pero contáis con mi simpatía

1 comentario:

  1. Estamos hoy picadillos con la ley sinde...no?

    Esperemos qeu al final no salga, por que hagamos lo que hagamos lo veo muy negro.
    Un saludo.

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